Fernós Isern presentó dos proyectos privados en la Cámara de Representantes, el primero para ayudar a un hombre arrollado por un camión del ejército y el otro para dar residencia permanente a cuatro monjas católicas.
El año 1954 se presenta como uno en que el Estado Libre Asociado tendrá que demostrar sus bondades y su pujanza, sin bien comenzó el año con muy buenas condiciones económicas.
Fernós Isern solicitó a las autoridades federales que se autorice a la Isla a imponer una cuota especial de extranjeros que ingresen a la Isla, amparándose en el precedente del territorio de Hawaii.