Resumen:
El pueblo de Puerto Rico ve con profundo pesar el
derrocamiento del gobierno constitucional de Cuba. No
debemos formar juicio sobre si los gobernantes eran buenos
o malos para Cuba. Ese juicio sólo le correspondía a los
cubanos en las urnas electorales. Pero la agresión de la
fuerza contra un gobierno democrático constitucional, sea
cual fuere, es un paso contra la libertad y la dignidad humana
y tiene que ser condenado por todos los espíritus
libres de América.
Asaltar la democracia en cualquier parte es agredir la
libertad del hombre en todas partes.
10 de marzo de 1952