Resumen:
Fernós plantea que quien es dueño del comercio humano es dueño de la humanidad. Expone que la comunicación en Puerto Rico está sujeta a leyes que no dicta Puerto Rico. Concluye que Puerto Rico no tiene ni libertad política, ni libertad económica. Bajo el engaño de los políticos, el ciudadano queda en libertad de apretar sus propias cadenas.